Nuestra explotación familiar es moderna y funcional, con una sala de ordeño totalmente mecanizada e informatizada, cumpliendo con los más estrictos controles de calidad e higiene. La leche recién ordeñada, sin pasar por refrigeración, se traslada rápidamente a la quesería y en la cuba de cuajar empezamos el proceso de elaboración del queso. En dicha cuba, calentamos lentamente la leche hasta alcanzar la temperatura de pasteurización de 65°C, de este modo, la leche mantiene mejor sus cualidades nutritivas y organolépticas. Por supuesto sin utilizar aditivos químicos ni conservantes de ningún tipo, lo que garantiza que nuestros quesos sean totalmente naturales.

Desde nuestra fundación en 2016 nos hemos especializado en la elaboración artesanal de quesos. Aquel año, Jorge, un apasionado del queso, decidió llevar su pasión al siguiente nivel. Se unió a la explotación de cabras de su padre que en ese momento solo producía leche y decidió transformar el negocio para centrarse en la producción de quesos. Con dedicación y perseverancia, hemos crecido desde una pequeña quesería familiar hasta convertirnos en un referente en la industria láctea regional.